sábado, 9 de febrero de 2013

Bienvenidos al cursado 2013



Lic. en Terapia Ocupacional -
UNL -Santa fe Argentina

OPTATIVA III "INTERVINIENDO EN CONTEXTOS"



"No basta ya con generar espacios terapéuticos centrados en lo individual...
El Terapeuta Ocupacional deberá explorar el modo particular de vivir, ocuparse, significar de las personas desde su inevitable participación en sistemas relacionales: familia, instituciones, comunidades. Intervenir en situaciones plurales es uno de los desafíos disciplinarios propios de este momento..."

(de Fundamentacion de la Optativa III)

Bienvenidos al cursado 2013

FUNDAMENTOS TEORICOS






El profesional contemporáneo se vincula de manera necesaria y permanente con la sociedad; es receptor de múltiples y complicadas demandas surgidas de diversos ámbitos de su cultura, que lo invitan a integrar reflexivamente su saber científico en una práctica actualizada y humanizante, y a desarrollar las competencias necesarias para la satisfacción de esas necesidades. No basta ya con generar espacios terapéuticos centrados en lo individual.
El Terapeuta Ocupacional deberá explorar el modo particular de vivir, ocuparse, significar de las personas desde su inevitable participación en sistemas relacionales: familia, instituciones, comunidades. Intervenir en situaciones plurales es uno de los desafíos disciplinarios propios de este momento histórico, lograr una mirada amplia de las construcciones culturales es el único modo de abordar respetuosamente poblaciones diversas a la propia, dimensionadas desde problemáticas importantes para la sociedad actual como las relaciones de poder, los condicionantes raciales, socioeconómicos, la exclusión de la discapacidad, o de género, la desocupación, la violencia, las adicciones, la sexualidad
La propuesta de la materia Optativa III: “Intervenciones en Contexto” apunta a la comprensión, explicación e intervención profesional en sistemas, organizaciones, espacios comunitarios, que permita prácticas con renovada vivencia de sentido y un punto de partida para la investigación e instrumentación de los contenidos disciplinares específicos de T.O.
Marco teórico
La propuesta es reflexionar, desde el marco que la Teoría Sistémica Estructural y Sistémico-Constructivista los posibles abordajes contextuales que puede realizar T:O.
Los fenómenos psicológicos pueden conceptualizarse desde diversos niveles distintos (individual, interaccional y sistémico). Los modelos teóricos despliegan su foco principal de aplicación en alguno de esos niveles. Entendemos que la epistemología constructivista proporciona un marco integrador, capaz de operar en los distintos niveles. El constructivismo es más que un modelo, es una posición epistemológica por tanto, se sitúa en un nivel lógico superior
El Modelo Sistémico planteó, desde sus orígenes, una visión abarcativa del fenómeno social, que partiendo de la teoría general de los sistemas y la cibernética daba cuenta de la compleja red de interacciones en las que participan los individuos de los distintos sistemas sociales. Desde ese marco podemos pensar la familia, la institución, una comunidad específica como un sistema social que posee una cultura, que le es propia y característica con costumbres, valores y mitos, que estimulan el sentido de pertenencia y los objetivos que justifican su existencia en la trama social. Como sistema un grupo humano reúne determinadas características (totalidad, circularidad, homeostasis, etc) que lo determinan y que permiten entender y modificar las conductas que se producen en su seno. Surgen diversas corrientes sistémicas según se centran en la comunicación, en la estructura, etc.
Nos centraremos en el Enfoque Sistémico Estructural y lo relacionaremos con los aportes Constructivistas
Las propuestas sistémicas en terapia familiar, y la extensión de sus aportes a la comprensión de otros sistemas como las instituciones, se centraron hasta fines de los años setenta, en entender a “la familia, a la escuela, etc como sistema”, y se consideraba generalmente al terapeuta como un observador externo. “..Muy pocos teóricos y profesionales se interesaban en “el sistema terapéutico” ( que incluye asistidos/observadores/ terapeutas, etc). Este abordaje aceptaba implícitamente que existía una realidad objetiva exterior a nosotros, realidad que era necesario develar para ayudar a los pacientes a deshacerse de la red en la que estaban capturados” (1)
A partir ochenta, particularmente después de la publicación de Paul Watzlawick, "La realidad inventada" un nuevo movimiento llamado constructivismo se expandió en el ambiente, invocando los trabajos de Kelly, von Foerster, Maturana, Varela . Se empezó a plantear desde este modelo constructivista que la construcción mutua de lo real en todo encuentro terapéutico o en la intervención en otros contextos considerados sistemas, cuenta más que la búsqueda de la verdad o de la realidad. Este descubrimiento ha tenido algunas implicaciones capitales en toda intervención:
- en la medida en que acoplamientos diferentes hacen emerger mundos diferentes, y sin embargo compatibles, una labor exitosa no implica que el Terapeuta ha tenido razón, sino que la construcción que ha edificado con los miembro del sistema terapéutico es operativa;
- asimismo, la intervención del terapeuta, en lugar de apuntar a hacer surgir alguna "verdad" pretendidamente aprovechable para el sistema o para sus miembros, debe tender más bien a aumentar el campo de las posibilidades;-estos conceptos subrayan la condición activa, protagónica de todos los partícipes de la situación, destacando su autonomía y, por lo tanto, de la responsabilidad personal. Esta mirada es de gran importancia en la ética profesional
- surgen nuevas preguntas que flexibilizan las posiciones profesionales tradicionales, por ejemplo ¿Cómo es posible hablar de una situación de la cual nosotros participamos sin que nuestras descripciones sean contaminadas por nuestras propiedades personales?
Maturana establece al respecto que los criterios de validación de una experiencia científica no tiene necesidad de la objetividad para funcionar: lo que es necesario para el investigador no es un mundo de objetos, sino una comunidad de observadores cuyas declaraciones formen un sistema coherente, realicen acuerdos acerca de lo realEn la última década los desarrollos constructivistas dentro de la terapia sistémica se observan en el pasaje de centrarse en las secuencias de comportamiento a investigar los significados, o cómo los comportamientos son construidos por los distintos miembros de una familia o de una institución concebida como sistema. Los comportamientos se explican en términos de mitos, premisas, o conjuntos compartidos de creencias que son coherentes con los comportamientos sintomáticos.
Las nuevas técnicas sistémicas se proyectan para hacer explícitas estas tramas de significado. Ya Gregory Bateson en sus publicaciones de los años 70, aportó la noción de “ecología de ideas”, que en esencia, plantea que la mente no se circunscribe al individuo, sino que se encuentra entre las personas, formando un ecosistema. Así, todas nuestras ideas están “interconectadas” con las de aquellos que forman nuestro tejido socio-afectivo , y relacionadas con el ecosistema socio-cultural más amplio. Eso significa para tomar un ejemplo de nuestra práctica profesional que un niño no puede pensar que es competente, válido o incluso bueno si esa “idea” no es sostenida por su entorno: familia, escuela, grupo
La Terapia Sistémica Estructural
En un importante trabajo (del que tomamos diversos extractos) Javier Labarthe (2) realiza un estudio comparativo entre las orientaciones sistémico -estructural y constructivista. Con respecto a la Terapia Sistémica estructural nos dice que ésta, como todas las teorías sistémicas, se funda en las características de un sistema, pero haciendo fundamental hincapié en su estructura, que se va manifestando en las interacciones entre los integrantes del sistema. Así pues, el terapeuta lo que percibe no es la estructura en sí, sino las interacciones que allí se dan y que ponen de manifiesto una estructura subyacente.“...Los miembros de una familia se relacionan de acuerdo con ciertas disposiciones que gobiernan sus transacciones.....que, aunque por lo general no son establecidas en forma explícita, constituyen un todo: la estructura de la familia” Minuchin(3)
Las relaciones en el núcleo de un sistema están dadas por disposiciones o reglas que van a promover un tipo de relaciones y no van a dar entrada a otras manteniendo así un statu quo. Las reglas van a estar siempre marcando en la familia quién hace qué, cuándo y cómo.... La estructura es la que mantiene las interacciones y estas son la causa de la queja o malestar: cambiando el funcionamiento de esa estructura, se lograría cambiar la experiencia de cada individuo, o si se prefiere el modo como experimenta el mundo cada uno. Si interacción y estructura siempre están en una relación tan lábil, todo cambio que se de en una influirá en la otra y viceversa.
El objetivo es cambiar la estructura de un sistema en conflicto para que recupere su funcionalidad, la individuación de sus miembros y seguir desarrollándose. Pero ¿en qué se basan los cambios? ¿Por qué el terapeuta evalúa que el funcionamiento de una determinada estructura no es el mejor? ¿Qué objetivos tiene en el cambio?
Aquí vemos que en estos primeros abordajes sistémicos resulta evidente que el terapeuta como dice Minuchin (3) "debe partir de un modelo de la normalidad para medir las anomalías". Algunas condiciones de esta conceptualización son:
- Las funciones deben llevarse a cabo por cada subsistema en forma diferenciada (ej. el subsistema parental se encarga de las funciones de alimentación, educación, protección, promoción de reglas de convivencia y funcionamiento) Las funciones deben ser cumplidas por los sistemas correspondientes en una estructura jerárquica. Los padres deben tener un mayor poder, jerarquía que los hijos los directivos que los subordinados Pero esto dependerá del ciclo vital del sistema ( es distinto en sistema de hijos adultos-padres ancianos, o en una institución pequeña iniciándose que en una grande y tradicional).-Las funciones que cada subsistema cumple no deben ser interferidas por componentes de otro subsistema distinto u ocasionalmente por un elemento del mismo. Ej hermano mayor interfiriendo en educación.
- Las funciones y la distribución del poder se resguardan por los límites entre los subsistemas y se mantienen con reglas. " las reglas definen quiénes participan y de qué manera en las tareas" , trazan límites. Las fronteras son necesarias y para que así sea las reglas deben ser coherentes, ya que van dando forma a las interacciones y a la estructura. El diagnóstico en este enfoque Estructural esta centrado en los límites que posean entre sí los subsistemas de esa familia. Se reconoce que cada sistema tiene los límites que mantienen su homeostasis, pueden ser aglutinados, rígidos, desligados, etc El terapeuta interviene cuando se requiere mayor funcionalidad
Las estrategias que utiliza tienen como objetivo fundamental el cuestionamiento. Cuestionamiento del síntoma dentro de la estructura. Cuestionamiento de la “realidad” que la familia trae como su realidad actual y que está causando el sufrimiento o la disfunción. Esto va a llevar a una revisión de las reglas que hasta ese entonces están manteniendo la estructura, que no suelen son conscientes para los participantes. La realidad que sostienen, no es la única posible, hay ciertos caminos a explorar
Estas estrategias usan técnicas como cambiar el foco del problema, ignorar ciertos miembros, proponer ocupaciones que modifiquen las relaciones habituales, etc
Dice Minuchin que el terapeuta "Sólo utilizara los hechos que la propia familia reconoce como verdaderos, pero a partir de ellos edificara un ordenamiento nuevo. Tras verificar la fortaleza y las limitaciones de las construcciones familiares, sobre esos cimientos levantará una concepción más compleja del mundo, que promueva y sustente la reestructuración" Tiene que hacer "ver" a la familia que hay realidades distintas, nuevas, "estas concepciones alternativas no se pueden encuadrar como un mundo diferente; la gente tiene miedo a lo nuevo. Pocos abandonarían como si se tratara de un par de zapatos viejos una realidad que ha prestado su buen servicio, y que se apoya en diversas legitimaciones" . Lo que sí debe hacer el terapeuta es aflojar la rigidez del esquema preferencial, proponer ensayos de alternativas.
Terapia Sistémico- Construccionista
El constructivismo, en líneas generales, sostiene que la realidad no se nos revela directamente sino que debe ser construida. No tenemos acceso directo a la realidad sino a través de nuestras construcciones o esquemas culturales, sociales, psicológicos y de género La experiencia inmediata o vivencia que tenemos del mundo externo e interno es algo que nos acontece, pero ante ella el sujeto se explica lo que le sucede, le atribuye un significado. “Consideramos imposible entender ningún proceso psicológico humano al margen del significado que se le atribuya, consideramos epistemológicamente indefendible la idea de que se pueda acceder a la realidad al margen de su significado” (Botella, 4)
Lo que se conoce no es el mundo sino un modelo del mismo, pero “el mapa no es el territorio” (Bateson). Las personas, los grupos, las instituciones atribuyen sentido particular a las experiencias de su diario vivir, le atribuyen significado, el que a su vez organiza y califica las nuevas experiencias. Proporcionan así esa “mirada personal”, la particular representación del mundo, de sí mismo y de su devenir.Un mal entendido frecuente, señala Feixas (5); con respecto al constructivismo es que propugna una filosofía del “todo vale”, ya que “todo es según el color del cristal con que se mira”. A mi juicio, esta postura es relativista pero no constructivista. El constructivismo lo que propone es que, puesto que la realidad no nos dicta su validez a través de los sentidos, tenemos la obligación ética de especificar los criterios por los que consideramos una porción de conocimiento más valida que otra”. “...tanto las personas, como las instituciones y comunidades son Agentes interpretativos a la Búsqueda de Significado, Para ello construyen historias, despliegan creencias, que describen, explican, dan sentido a la vida. También limitan, prescriben, obturan opciones. Su finalidad es dar continuidad a la Identidad, establecer propósito y valor a ocupaciones, relaciones y aprendizajes. Estas acciones, son integradas a la trama vital, y articuladas con la narrativa cultural” Molinas de Rondina; (6)
Cuando escuchamos en la institución expresiones como: “acá nada funciona”, “los chicos ahora no son como los de antes”, “los profesionales no damos más, estamos agobiados”, “el sistema de salud está colapsado”, “las familias no dejan que el hijo crezca”, debemos preguntarnos que significado particular brinda la comunidad a estas afirmaciones. ¿Son quejas nostálgicas desde un modelo tradicional? ¿Son explicaciones que sostienen la identidad institucional ante sensaciones de impotencia y fracaso?¿ Son intentos de búsqueda de nuevos sentidos que resignifiquen las experiencias cotidianas? Abren o cierran posibilidades de cambio?
Las construcciones de significados son producciones personales, que se entraman y validan en las construcciones interpersonales más amplias como el sistema familiar de constructos, la red de construcciones institucionales o el sistema de creencias de determinado grupo cultural. La mayor o menor consonancia o disonancia con esos macroconstructos tiene que ver con las posibilidades de validación, exclusión, resistencia y cambio. La confrontación de la construcciones puede generar conflicto, síntomas de malestar, especialmente cuando un miembro siente que debe elegir entre el crecimiento personal y la adaptación a las expectativas y roles asignados Señala Botella que los límite internos de la familia-o institución- son los límites de su discurso y de sus reglas de legitimidad y el "poder" dentro de tal sistema depende de la posibilidad de hacer oír “la propia voz” Al ser los significados co- generados por los partícipes del sistema, no existe más una voz única, sino varias. Es papel del terapeuta ayudar a hacer surgir otras voces que permitan orientarse hacia nuevas formas de narrar los aconteceres institucionales. La importancia de considerar los “relatos” que van organizando las experiencias individuales, se manifiesta en la posibilidad de lograr, una vez que sean exteriorizados, el surgimiento de narraciones alternativas.Para Neimeyer (7) la intervención en contextos terapéuticos o extra terapéuticos (como un Centro de Día, una institución geriátrica o educativa) puede definirse, desde el punto de vista constructivista como: un intercambio y negociación de significados interpersonales con el objeto de lograr articular, elaborar y revisar las construcciones con las que organiza la experiencia y ayudar explorar posibles caminos sin dejar de respetar los principios con los que construye su visión de la vida. Por ello, considera que la intervención es una forma de colaborar en la construcción y reconstrucción del significado, una relación íntima y pasajera dentro de un proceso de desarrollo que no acaba tras el final del encuentro.
Las técnicas constructivistas se centran fundamentalmente en el lenguaje, dada la importancia que le asignan en la formación constructiva. Podemos mencionar el uso de metáforas, las comparaciones humorísticas, externalización, la Flecha ascendente/ descendente (eslabonando constructos), escribir cuentos, re-escribir historias, graficar historietas. White y Epston (8) dicen al respecto: “La exteriorización es un recurso de la terapia que alienta a las personas para que objetivicen y, a veces, personifiquen los problemas que experimentan como opresoras. Dentro de este proceso, el problema se convierte en una entidad separada y, por lo tanto, exterior a la persona o a la relación que se identifica como problema... La exteriorización del problema permite a las personas tomar distancia de las historias dominantes que han modelando sus vidas, cuestionarlas y dar entrada a experiencias nuevas que hasta ese momento no podían entrar en el relato anterior, las cuales se perciben como mas "positivas"
El siguiente cuadro es reelaborado de Labarthé (7)
TPIA ESTRUCTURAL ......... TPIA CONSTRUCCIONISTA
Foco de análisis
Cómo se organizan ........ Como narran su mundo
interdependencia y jerarquía La construcción que hacen de la realidad

Objeto de cambio
Estructura ....... La construcción que traen o narración

Intervenciones
Redefiniciones, acciones... Co – construcciones Metáforas
Ej Cambio sillas - Desbalance Resignificar historias Ej Flecha asc.
Sugerencias, prescripciones (directas) Re- escritura. externalización

Tipo de comunicación
Verbal y no verbal (espacio y movimiento) Solo verbal

Referencias Bibliográficas
(1) Mony Elkaim “Constructivismo, construccionismo social y narraciones ¿En los límites de la sistémica?” Revista Perspectivas Sistemicas Nº 42
(2) Minuchin (1995) (5ª Reimp.). Familias y Terapia Familiar. Barcelona: Paidos.
(3) Botella- Pacheco (1999) Pensamiento Posmoderno Constructivo y Psicoterapiahttp://recerca.blanquerna.url.edu/constructivisme
(4) Feixas, G. (1998). “Los constructos del terapeuta en la práctica clínica” Madrid http://www.featf.org/mosaico/mosaico14/monograf.htm#1
(5) Molinas de Rondina, J. (2006)” Ocupación y significado: aportes a Terapia Ocupacional desde un modelo constructivista” http://www.terapia-ocupacional.com
(6) NEIMEYER, G.(1999)” El desafío del cambio”, en NEIMEYER, G.(comp.) “Evaluación Constructivista”,Barcelona, Paidos
(7) Labarthe, J “Aproximación a dos abordajes psicoterapeuticos: la Terapia Familiar Sistémica Estructural y la Terapia Familiar Construccionista ”http://www.geocities.com/HotSprings/Villa/7440/Unacomparacion.htm
(8) White, Epston (1992) “Medios narrativos para fines terapéuticos” Barcelona: Paidos

LA FAMILIA DESDE UNA PERSPECTIVA CONSTRUCTIVISTA




“Nunca aprendo nada hablando sólo aprendo algo cuando hago preguntas”
Autor: Maria Eugenia Agudelo Bedoya
http://tsocial.ulagos.cl/redescuelas/doc/elzs-01-001.doc
Los escenarios institucionales y/o comunitarios que se crean para la atención a familias son, ante todo, contextos interaccionales en los que las personas, los recursos y los procedimientos se conectan para efectuar procesos que tienen como propósito favorecer el funcionamiento de la familia como contexto para el desarrollo individual y social.
La manera como se estructuran los programas tiene que ver esencialmente con la epistemología que los inspire y los respalde. De ahí que no podamos perder de vista que, como profesionales, estamos participando de un movimiento social imbuido por la búsqueda de una nueva concepción de ciencia y de nuevas teorías sociales cuyo norte es la construcción de una convivencia más sana
La familia de hoy, una familia cambiante, diferente, colmada de responsabilidad social y de añoranzas por hacer lo mejor, nos reclama más optimistas y propositivos que pesimistas y enjuiciadores. Mas que acciones concretas con la familia se presentan algunos elementos que integran una postura facilitadora de encuentros con ésta, que permiten co-crear sentidos conducentes a comprender que puede cambiar lo que la perturba.Nuestro papel en cumplimiento de los principios éticos que orientan nuestro ejercicio profesional, es facilitar la evolución de la familia a partir de procesos reflexivos con ella. En esto, nos queda un gran camino por recorrer.
1. LA FAMILIA HOY: RIESGOS Y OPORTUNIDADES
Como dice Anthony Giddens, “ De todos los cambios que ocurren en el mundo, ninguno supera en importancia a los que tienen lugar en nuestra vida privada- en la sexualidad, las relaciones, el matrimonio y la familia -“ Podemos observar algunas tendencias en la familia de hoy si la comparamos con la tradicional. Si bien siguen siendo el principal nicho afectivo para la protección, la socialización y el desarrollo de los seres humanos, observamos en las familias numerosos cambios que son comunes (aunque consideramos las peculiaridades de orígenes, historia, condiciones sociales, políticas, etc) por ejemplo:
§ Disminución de la familia numerosa de raigambre rural y predominio de familias urbanas pequeñas.
§ Descenso de la fecundidad y aumento de prácticas anticonceptivas y de las relaciones sexuales por fuera del matrimonio.
§ Aumento de uniones libres que demanda reorganizar derechos y obligaciones
§ Incremento de las rupturas matrimoniales y nuevas parejas.§ Incursión de la mujer en el mundo académico y laboral, lo cual la lleva a participar como co-providente económica del hogar y genera la necesidad de delegar en otras instituciones de apoyo como la escuela y la familia extensa, el cuidado y la educación de los hijos. Unido a esto, el hombre empieza a participar mas de las funciones afectivas y de cuidado de los hijos y en labores domésticas que, hasta entonces, eran asumidas exclusivamente por la mujer.
§ Se incrementan los hogares pobres con jefatura femenina.
§ Aparición de madres y padres adolescentes quienes, generalmente, tienen que ser apoyados económica y socialmente por sus familias para el sostenimiento y la educación de sus hijos.
§ Aumento de la esperanza de vida, lo cual trae cambios en la pirámide poblacional tendiendo a familias con mas adultos y con menos niños y jóvenes.
§ La sobrecarga laboral, la informática y telecomunicación, el apremio de “hacer y vivir muchas cosas” disminuye la frecuencia y probablemente la calidad de las interacciones entre sus integrantes.
Como efecto de todos estos cambios, contamos con una amplia gama de tipologías familiares: La nuclear, la extensa, la mono-parental, las parejas sin hijos, la compuesta, la unipersonal, la simultanea, los grupos fraternos, parejas de homosexuales, apoyo en red con los amigos mas que con los parientes, etc.
Estos cambios, indiscutiblemente imponen nuevos retos para nuestro accionar profesional con la familia, puesto que ella enfrenta nuevas demandas que atender y múltiples potencialidades que desarrollar en bien de sus integrantes, de la familia y de la sociedad. Nuestra intervención profesional con la familia debe enmarcarse en el conocimiento y la comprensión de esta realidad cambiante. Solo así será posible lograr la coherencia necesaria para fortalecerla como unidad de desarrollo individual y colectivo. Es importante recordar que la solución a los problemas deba encontrarse en el marco de los sistemas contemporáneos.
La familia está cambiando y puede ocurrir que el terapeuta ejerza inadvertidamente presión para que acerque al modelo tradicional considerando desde el discurso cultural “ lo normal”
Lo esencial es determinar en que contexto actuamos, para desarrollar la terapia dentro de ese contexto y construir un sistema más amplio, más profundo, que influya en la vida de muchas familias, especialmente en los problemas de los niños. Si registramos y respetamos la fuerza de la familia y su motivación subyacente (que en muchas situaciones es altruista) podemos acrecentar esa fuerza. El ser humano posee un notable repertorio de conductas positivas, muy probado; sólo necesitamos reconocerlo y usarlo en beneficio de todos.
2. ALGUNOS POSTULADOS BASICOS DEL CONSTRUCTIVISMO
El Constructivismo es una epistemología desde la cual se ve al hombre como constructor de conocimiento; su actividad constructora es lo que le permite adaptarse al mundo”. Según Wittgenstein, el lenguaje es la forma de vida del ser humano que le ha permitido a los hombres construir colectivamente herramientas e instrumentos con los cuales modifica su entorno, lo humaniza y lo hace vivible. Estos instrumentos se construyen en un contexto social y gracias a la imaginación, la discusión, la reflexión, la observación, la experimentación y los afectos.
El Constructivismo no niega la existencia de verdades, lo que niega es que éstas sean absolutas y objetivas, es decir, una copia de la realidad. Kelly, afirma que "el hombre crea sus propias maneras de mirar el mundo en el cual vive, el mundo no es creado por él....Cada individuo formula en sus propias maneras, es decir, constructos a través de los cuales observa los eventos del mundo y actúa en consecuencia... un constructo es una interpretación de una situación y no es en sí mismo la situación que interpreta." Es importante tener en cuenta que, un constructo personal puede ser reelaborado por un observador en el momento en que éste le da un significado diferente al original. Por esto no es posible que haya construcciones idénticas de la realidad en diferentes personas y, en este sentido, la experiencia es un conjunto de eventos construidos de manera subjetiva. El hombre al construir experiencia formula hipótesis, sean ciertas o no, sobre el mundo y sobre las relaciones de unos eventos con otros.
Enmarcados en esta concepción, queda claro que los Terapeutas no somos ni actuamos como portadores de verdades absolutas. Somos ante todo, seres dialogantes en interlocución con las familias para construir junto con ellas explicaciones y significados nuevos para lo que les ocurre y para inventar nuevas maneras de organizar sus relaciones y sus vidas. No se trata de cambiar toda su idiosincrasia, su historia e ideología familiar, sino aquellos aspectos de su dinámica que las están tensionando y generando dificultades que de no ser atendidas, se podrán ahondar cada vez hasta niveles más preocupantes
3-INTERVENCION CON FAMILIA DESDE UNA POSTURA CONSTRUCTIVISTA
Para la intervención profesional con la familia de hoy, se requiere en nosotros un pensamiento complejo que de cabida a la auto-observación y a la autocrítica y que nos permita considerar las crisis no como desorden y caos, sino como momentos de búsqueda de opciones nuevas y más constructivas.
•CO-CONSTRUCCIÓN CON LA FAMILIA Vs. EL SABER DEL EXPERTO
Por mucho tiempo prevaleció entre nosotros la idea bien intencionada de que éramos capaces de liberar a las familias de sus problemas con nuestros conocimientos. El saber y la experiencia del terapeuta es un elemento positivo para el trabajo con la familia. Su participación en el proceso de resolución de los conflictos es posible si asume una actitud de colaborador y testigo, a la vez que es capaz de enriquecer las visiones, las explicaciones que trae la familia, las cuales ésta denota como inmodificables y estáticas. Además del saber, la familia necesita encontrar en el profesional: calidez, atención, comprensión, aliento y capacidad persuasiva.
La tarea del profesional, al trabajar con familias, es vincularse en una conversación en la que él deja de ser directivo, jerárquico y experto. El cambio no es a priori, determinado por un especialista, ni fruto de la mera intuición de las familias que consultan; el cambio es una invención novedosa que surge cuando éstas y el profesional re-inventan en cada entrevista las experiencias, para hacerlas mas gratas. Nuestras acciones en cada entrevista deben dirigirse a crear y sostener diálogos que permitan el fluir constante de estas nuevas experiencias. Para esto nos corresponde ir conectando los datos que la familia presenta como si fueran aleatorios. Es en este punto es donde se ve realmente la habilidad y se pone en juego la experiencia del profesional.Hemos sido bastante propensos, tal vez en respuesta a los requerimientos sociales frente a nuestro que hacer, a establecer vínculos con las familias que fomentan la perpetuación de una relación complementaria en la que el terapeuta es definido como dador de soluciones y las familias como desvalidas y poco preparadas para resolver sus problemas y, por ende, deben recibir lo que les ofrezcamos. Las tendencias modernas en este sentido, nos convocan a reencuadrar esta relación partiendo de que la familia tiene sus propios recursos y cierta idoneidad a partir de sus experiencias vividas.
Sentirnos expertos nos puede hacer caer en la trampa de que la ayuda a las familias puede hacerlas cada vez más dependientes y requerir ayuda permanente. Se trata, ante todo, de permitir que cada familia participe activamente y asuma el control de su proceso, logrando que se vea a sí misma mas allá de sus problemas y no circunscrita por ellos.A través del proceso se procura compartir con la familia la manera de identificar las situaciones que le generan malestar y abrir nuevas perspectivas de acción que le permitan modificar, no solo los significados negativos de éstos, sino también sus relaciones internas. Como no siempre es posible que las familias cambien las realidades que las perturban, tal vez nuestra principal acción profesional consista en ayudarles a cambiar sus significados y aspiraciones para que se acomoden a sus realidades.
Es importante sostener una actitud optimista, esperanzada, aunque no ingenua. De cada crisis, la familia puede sacar oportunidades y no solo quedarse atónita ante el peligro. Lo que en el fondo le aportamos a las familias, no es un saber absoluto e incuestionable que por demás no existe, sino la capacidad que tengamos para escucharlas, respetarlas, comprenderlas y ayudarlas a comprender, de diferentes maneras, lo que les ocurre. En estos términos, nuestro papel será estimular lo que ya tiene que no saben que tienen, en lugar de indicarles directamente que hagan lo que tienen que hacer. Cada familia sabe mejor lo que tiene que hacer, el asunto es que podamos ayudarlos a hacerlo de manera más fácil.
LA VISIÓN CIRCULAR VS LA EXPLICACIÓN LINEAL
Hemos vivido en medio de una tradición lineal que ve los problemas relacionales como unidireccionales de tal forma que lo que padece un individuo generalmente es visto como causado por la acción de otros. Como dice Gregory Bateson: “ El pensamiento lineal (…) generará o bien la falacia teleológica (de que el fin determina el proceso) o bien el mito de alguna instancia sobrenatural de control. Lo cierto es que cuando los sistemas causales se vuelven circulares, un cambio en una parte del círculo puede considerarse como causa de un cambio, en un momento posterior (…)”
Usualmente cuando una familia inicia un proceso de ayuda, señala a uno de sus miembros como el culpable de todo lo problemático que están viviendo. Amparados en una concepción lineal, procederíamos a centrar todas las posibilidades del cambio en este individuo, con lo cual, no aportamos nada nuevo a la explicación que trae la familia ni a la solución de sus dificultades. La visión circular se nos ofrece como posibilidad e invitación a trabajar con el sistema de relaciones de una familia y no con sus individuos aislados. “(…) una relación es siempre un producto de doble descripción. (…) La relación no es interior a la persona individual. No tiene sentido hablar de ‘dependencia’, ‘agresividad’, ‘orgullo’, etc; Todas esas palabras tienen su raíz en lo que ocurre entre personas (…) esa explicación, que desplaza la atención del campo intrapersonal a un artificioso instinto interior (…) es un gran disparate que no hace sino ocultar los verdaderos interrogantes.”
Visto así, el trabajo con la familia se orienta a que sus integrantes comprendan cómo las acciones u omisiones de cada uno y la conexión de todas sus conductas, refuerzan el problema y cómo modificarlas para construir entre todos, la solución a éste.Además, cualquier problema en el que se pueda identificar la familia como actuante, debe verse desde una perspectiva más amplia que vincule a todos sus miembros y en muchos casos, a la familia con otras estructuras organizativas sociales que tienen la función de apoyarla en el cumplimiento de sus funciones y en la satisfacción de sus necesidades.Problemáticas agudas como la delincuencia, la drogadicción y la violencia surgen a partir de las debilidades en el tejido interconectivo entre la calidad de la familia y su acceso a servicios de gratificación apoyo a sus requerimientos como grupo e individuales de sus miembros. Por esto, algunas veces el trabajo con las familias amerita intervenciones conjuntas de una red de instituciones, servicios y programas que permitan un abordaje más integral.
La visión de profundidad implica que establezcamos, cómo se ligan las instancias individuales, familiares y sociales, puesto que todas son interdependientes y en alguna medida están presentes en la problemática particular de una familia. El reto es establecer con cada familia una relación cooperativa evitando posturas verticales de roles asistenciales basados en concepciones positivistas – lineales.
LA INTERROGACIÓN CONSTRUCTIVA vs ACTITUD INSTRUCTIVA DEL PROFESIONAL
Cuando asumimos una actitud instructiva de decirle a las familias qué, cómo y cuándo hacer algo para resolver lo que les preocupa, estamos adoptando una postura basada en la premisa estratégica según la cual, la comunicación opera como el medio principal para que cada individuo influya en las acciones de los demás. Esto implicaría que actuemos como sabelotodos, escojamos cada palabra con sumo cuidado, la incluyamos en la conversación en el momento oportuno y nos aseguremos que su contenido sea entendido y asimilado tal y como lo esperaríamos. Desde esta perspectiva podríamos decir que asumimos un papel manipulador en tanto esperamos que la familia haga lo que le indicamos y de no hacerlo, la catalogamos como poco comprometida en el proceso.
Es inevitable que nuestras propias dimensiones personales, es decir, las actitudes, creencias, valores, estilo interpersonal y relatos personales, estén presentes en la dinámica de la relación que establecemos con las familias. Por esto, la intervención instructiva que hagamos nos pondrá ante el inminente riesgo de responder mas a nuestros perfiles individuales que a los requerimientos específicos de ellas.
La formulación de preguntas a cada uno y todos los integrantes de las familias que acuden a procesos de orientación y asesoría, tiene unos efectos muy importantes en ellos, en tanto los lleva a generar nuevas respuestas frente a las situaciones que han definido como problemáticas.
Las preguntas permiten al profesional mantener una postura más respetuosa que los comentarios, las interpretaciones y las prescripciones directivas que éste puede emitir. Dichas preguntas deben referirse a las pautas de interacción que comparten entre sí los miembros de la familia. Cada pregunta se convierte en una apertura que desplaza la atención de lo que sucede en cada individuo a lo que ocurre entre todos los implicados en la situación, inclusive, agentes externos a ésta. Se debe preguntar sobre las experiencias vitales de la familia en la medida en que se vincule con sus problemas y con el contexto social en el que transcurre su vida. Tomando como referencia el principio de la comunicación humana según el cual “el que escucha y no el que habla es quien determina el significado de una expresión”, hay que tener presente que con solo decirle a una familia lo que debe hacer, no necesariamente es lo que hará. Cada familia asimila y construye según su propia lógica lo que hace y cómo lo hace, a partir de lo que descubra o comprenda en la relación de cooperación con el Terapeuta.
Es preciso desde esta óptica, quitar peso a nuestro papel como instructores confiados plenamente en nuestra capacidad de influir sobre las conductas y los marcos valorativos de las familias que nos consultan. Esta postura se basa en el principio de generación recursiva que plantea que cada sistema se alimenta a sí mismo, por consiguiente, no se puede determinar ni analizar con total certeza cómo se introduce el cambio.Las preguntas permiten no sólo que el profesional observe el dialogo entre los miembros de la familia, sino que ellos mismos se escuchen y conozcan maneras de pensar mutuas que, a lo mejor, ni sospechaban. Estos no necesariamente tienen que estar presentes para ser respetados y comprendidos. A los que están y participan directamente del proceso, se les hacen preguntas para que se pongan en su lugar; se les pregunta por ellos, lo que hacen, lo que les preocupa, lo que expresan frente al problema, lo que dirían, lo que aceptan, lo que estarían dispuestos a hacer con miras a la búsqueda de soluciones, etc. De esta manera, la conversación y, por lo tato el proceso de orientación o asesoría, los incluye y los considera, no en términos excluyentes, sino como partes fundamentales en éste.El diálogo con la familia ha de ser promovido por la curiosidad, el interés, y la empatía, sobre la creencia de que la gente es capaz y requiere comprenderse a sí misma, lo que le acontece y cómo se afecta recíprocamente con su entorno vital. Esto se opone a la postura paternalista que imperó por mucho tiempo en el ejercicio de nuestra profesión influenciado, lógicamente, por el modelo de desarrollo imperante.En nuestro trabajo con la familia, día a día, estamos ante la necesidad de saber distinguir a quién le preguntamos, qué preguntamos y cuál es el sentido que se va construyendo en la cadena de preguntas y respuestas. No se trata de preguntar para satisfacer una curiosidad o para llenar un formato estandarizado que requiere la institución, sino de crear en el diálogo consensos para incorporar nuevos contenidos respecto a lo que cada uno espera de los otros en el contexto íntimo de la familia.Preguntar, observar y escuchar, nos permite ser más coherentes en lo que pensamos de la familia como sistema auto-organizado, a diferencia de la postura basada en indicaciones sobre qué hacer, como si se tratara de un grupo determinado por instrucciones provenientes del exterior. Nos damos permiso de preguntarnos y de preguntarle a la familia, de tal forma que en la conversación emergen preguntas que introducen respuestas y con ellas, nueva información que es, precisamente, la que hace la diferencia y la que propicia el cambio.Las preguntas acerca de cómo se retroalimentan las conductas de los miembros de la familia, particularmente en relación con la situación problemática, tienen el efecto de ponerla como observadora de sus propios pensamientos, emociones, creencias, comportamientos interconectados, posibilitando la diversidad de puntos de vista que, a simple vista, pueden parecer contradictorios, pero que, en el dialogo compartido sobre ellos, pueden captar de qué manera se complementan, se refuerzan y, por consiguiente, podrán definir cómo modificarlos si les están suscitando dificultades. Así, la familia no deposita en un solo individuo la responsabilidad del cambio sino que comprende lo que cada uno ha de hacer para lograrlo.
LA DEFINICIÓN DEL PROBLEMA DESDE LA FAMILIA V/S EL DIAGNÓSTICO DE LA FAMILIA
Teóricos como Gregory Bateson, para quien el “mapa no es el territorio” y constructivistas como Humberto Maturana, sostienen que cada uno de nosotros vive en un mundo de experiencia privada y que las palabras y frases que cada individuo y cada familia utilizan, son expresiones de diferentes mundos de experiencia.
Esto nos lleva a aceptar que “... la definición de un problema es muy relativa y depende de los significados construidos socialmente a través del dialogo y la interpretación de las acciones en un contexto relacional” El diagnóstico de las familias en la práctica profesional ha estado ligado a una postura realista en la que, al situarnos, decimos: “n esa familia lo que ocurre es...” y seguidamente le atribuimos una categoría que la clasifica como funcional o como disfuncional, según responda o no a cánones culturales y/o teóricos que concebimos como ideales, desconociendo así, que cada familia construye unos patrones que no siempre son sentidos por ella de la misma forma que los cataloga el profesional
Tradicionalmente hemos mirado a la familia basados en nuestros modelos normativos y si se alejan de éstos, trazamos una intervención que, a nuestro modo de entender, encaminaría a la familia hacia el cauce del que se estaba desviando. Desde esta postura, tratamos de armonizar con las familias sin forzarlas y estableciendo con ellas diálogos que le permitan, en su propia dinámica, modificar lo que les hace daño. Hemos de proceder con mayor recato en tanto nos ubicamos como observadores que describimos lo que percibimos.
Admitimos que dos profesionales ante una misma familia, pueden explicar a su manera, inclusive diferente a como lo haría la familia, lo que le sucede a ésta. Es lo que llamaba Von Foerster la Pregunta indecible, “aquella en la que no hay forma de aseverar quien tiene la razón y quien se equivoca”. Una propuesta más práctica es reemplazar nuestra tendencia a centrarnos en lo problemático, lo dificultoso, lo que hace falta, por la generación de nuevas salidas, el descubrimiento o la invención de fortalezas y alternativas que posee cada uno y la familia en su conjunto. Vista así, ésta es una práctica renovadora en nuestra labor en cualquier marco institucional en el que estemos. Se trata no de prejuzgar la naturaleza del problema sino llegar a la redefinición del mismo.Cuando una familia tiene dificultades que la llevan a solicitar ayuda profesional, por cuenta propia o por derivación, conviene que tengamos en cuenta observar de qué manera cada integrante influye en los demás, en sus transacciones recíprocas, creando pautas que fortalezcan o limiten la visión que cada cual tiene de sí mismo y de los otros.
El problema de una familia es una co-construcción que han hecho sus miembros de un significado que no les gratifica y que los tensiona. Es necesario concebir la familia como un contexto interpersonal en el que cada uno desarrolla la idea de sí mismo, del mundo y se traza unas expectativas respecto a los otros. Así, damos cabida e importancia a las descripciones múltiples y a los significados diversos de la familia evitando encasillarla en un diagnóstico que siempre va enfocado a poner el énfasis en el déficit familiar. Debemos partir ante todo de reconocer las expectativas de mejoría y cambio que trae la familia. No somos los profesionales quienes las trazamos desde nuestra perspectiva valorativa y emocional, ni quienes determinamos quién, qué y por qué cambiar a la luz de un mapa teórico. Es en la experiencia compartida con la familia donde surgen sus propias iniciativas de cambio.
COMPRENSIÓN DEL PRESENTE Y POTENCIACIÓN DEL FUTURO vs ESCUDRIÑAR EL PASADO
Hasta hace muy poco, el empeño de los profesionales vinculados a programas de atención en salud, educación, rehabilitación, participación comunitaria y bienestar social en general, estaba centrado en indagar el pasado; con la idea, no del todo equivocada, que sólo así era posible ubicar en su historia las causas de sus dificultades actuales. Si bien, esta forma de abordar la familia puede ser esclarecedora y modificar en alguna medida la cosmovisión y la conducta de ésta, también muy probablemente conduce a la autojustificación que la convierte en una víctima de las circunstancias o de lo que pudo ser y no fue. El pasado suele ser azaroso, máxime si se le revisa con el ánimo de encontrar el origen de los problemas.
La propuesta desarrollada a la luz del Constructivismo, nos pone frente al reconocimiento de que las tres dimensiones del tiempo tienen su significado en el proceso de cambio de la familia:
- El pasado se puede considerar como fuente de explicaciones posibles para organizar el futuro
- el presente, como espacio de reflexión y diálogo en el que se conectan pasado y futuro. Es en el presente donde la familia está viviendo la situación problemática que la tiene confundida y que la ha llevado a buscar ayuda. Como afirma el conocido terapeuta Italiano Luigi Boscolo “…todos los problemas (por los que consulta una familia) son problemas del presente. Por eso un paso preliminar consiste en hacer presentes los problemas y, con ellos, las soluciones posibles. Para hacerlos presentes es necesario un presupuesto fundamental: que el pasado y el futuro se puedan trasladar al presente. Que se pueda re-crear un pasado y re-crear un futuro”
-Hablar de futuro con la familia, no es pensar en lapsos prolongados de tiempo. Se trata de ver el futuro como tiempo posible, como tiempo vigente y, a la vez, modificable, como instancia iluminadora de nuevas y deseables alternativas de interacción en la familia. Es en el fluir constante del futuro, en el que es posible construir soluciones, nuevas opciones de relación, renovados significados de lo que ocurre, en definitiva, alternativas para vivir mejor.
Retomando la propuesta del pedagogo brasileño Paulo Freire, la potenciación del futuro se puede entender como el proceso en el que las familias desarrollan un mayor sentido de sus propios méritos y confianza en sí mismas y comprenden que tienen posibilidad de influir más activamente en la construcción de nuevas relaciones intra y extrafamiliares más benéficas. Así, la familia se sentirá dueña de su propio destino y actuará como sujeto de su experiencia. Nos trasladamos, entonces, del empeño por comprender lo que sucedió y quién tuvo la culpa, a poner el acento en lo que la familia puede hacer para enfrentarlo, prevenirlo y manejarlo la próxima vez que ocurra. De esta forma podemos entender que el paso fundamental que da la familia para superar sus tensiones, es asumir su responsabilidad respecto a lo que le ocurre y a lo que desea que le pase.
4. UNA REFLEXION, PARA FINALIZAR...
Necesitamos mucha habilidad para generar estrategias de trabajo interdisciplinario que involucren a todos los integrantes del sistema familiar y social y así potencializar la estabilidad y el cambio de la familia que, como institución, sigue su curso en la historia.
Cada profesional, al establecer relación con una familia, inicia con ella un recorrido para descubrir posibilidades que tengan sentido para ella y que la asuman como ente activo, capaz de procesar la información que le llega, para derivar de ésta, alternativas de solución a sus dificultades. En la medida en que relativicemos nuestras nociones y posiciones, generamos la posibilidad de construir reglas más apropiadas para el encuentro con la familia que no estén basadas en la noción de patología, sino que tengan como norte la noción de transformación, es decir, la resignificación de las historias familiares que han sido definidas como problemáticas por ellas mismas.
Puede decirse que “La idea de la incertidumbre y la complejidad de la que somos parte... demanda la conciencia que como profesionales en ciencias sociales, debemos trabajar con el desorden y la incertidumbre,lo que implica desarrollar un pensamiento creador y complejo, ...para comprender los procesos sociales que se generan en tales circunstancias”
Dejo a discreción del lector definir cómo y en qué medida incorporar estos elementos en su labor, teniendo en cuenta sus propias preferencias, habilidades y las características del contexto social e institucional en el que efectúa su práctica profesional. Tengo la convicción de que la postura, a la que me he referido como constructivista, puede resultar aplicable y útil para repensar los métodos de intervención con individuos, grupos, comunidades y organizaciones.

FAMILIA y TO


La familia es el núcleo primario y fundamental de la sociedad, es determinada y determinante de la cultura en que habita.
Generalmente unida por lazos de parentesco, tiende a ser un grupo con historia y permanencia, que comparte intereses y funciones básicas para el desarrollo de sus miembros. Se dan lazos afectivos e intercambios comunicativos que hacen posible la maduración, cohesión y estabilidad personal dec ada uno según su momento evolutivo.
La familia es el medio por el cual los miembros jovénes adquieren normas, valores, aprenden actitudes y modos de percibir el mundo constituyendose así en el contexto significativo inicial y portador de la "mirada de la cultura"
Como estructra la familia tiene una organización y reglas de funcionamiento, que surgen de manera tácita o explicita de las regularidades cotidianas. Surgen diversos roles- según la edad de los miembros- para desarrollar las funciones que el sistema necesita y que son preparatorios de los roles sociales y ocupacionales. El desempeño adecuado de esos roles, según las normas de la cultura, el intercambio fluído y homeostático entre ellos aseguran la salud y el bienestar de todos

Cuando surge una crisis es importante evaluar la capacidad de afrontamiento grupal y la disponibilidad de los miembros para resolverla. Es posible que el grupo deba tolerar etapas iniciales de bloqueo ante una enfermedad, accidente, duelo, o el despliegue de estrategias inadecuadass pero que son lo que puede sostener por el momento: ej. negación de la enfermedad, resistencia al tratamiento, sobreprotección, etc.
Pero luego, según su capacidad resiliente desplegará recursos de afrontamiento más eficaces
Es importante que los profesionales aborden sus estrategias de intervención con " mirada familiar", y si es posible, con la inclusión concreta del grupo primario. Muchas conductas individuales sólo se comprenden, se sostienen o se modifican desde el entramado familiar.
El enfoque terapéutico basado en la familia privilegia la importancia de una evaluación amplia de las relaciones intra e interfamiliares, las crencias y valores que orientan las conductas, las características del ambiente físico, social y de los contextos de apoyo comunitarios.
Las estrategias de intervencion se centrarán en el acompañamiento para la adaptacion concreta de la familia a la nueva situación
- acciones de información, orientación y apoyo (psicoeducación acercade la enfermedad o problema, grupos dee autoyuda, recursos matriales como becas, trnasporte, etc)
-exploración y desarrollo de nuevos modos de afrontamiento, pautas de comunicación, resolución de problemas, revisión de hábitos y redistribución de roles que flexibilicen el funcionamiento familiar
- establecer modificaciones en el ambiente físico y en otros contextos
Es importante planificar acciones de seguimiento para asegurar el mantenimiento de las conductas

LAS FAMILIAS FUNCIONALES

En qué se parecen las familias funcionales?

-Capacidad para satisfacer –mínimamente- necesidades materiales y afectivas

-Clima emocional habitual distendido, a gusto en casa y en su habitación

-Vínculos emocionales generalmente estables y sólidos, sobre todo ante dificultad o amenaza – Vínculos que permiten libertad y autonomía para que cada uno busque su propio camino.

- Sensación de pertenencia y aceptación que contribuye a la Identidad y autonomía.

-Intercambios comunicativos claros y directos

-Manejo de emociones pertinente a la situación vivida. Pueden hablar sus discrepancias

-Son flexibles: ante crisis se exploran diversas tácticas, evitan negarla, adaptables

-Sentido del humor, hacen bromas, se divierten

-Roles y pautas de convivencia claros y convincentes, sean cuales fueran

-Distribución equitativa de responsabilidades

-Las relaciones a nivel intergeneracional son verticales, aunque buscando consenso

-Pueden cambiar para alcanzar nuevos equilibrios

-Logran contacto afectivo cálido, respetando espacios, actividades personales y vida social independiente

CÓMO PODEMOS ACOMPAÑAR A FAMILIAS CON PROBLEMAS?

Recordar que cada familia posee sus propios recursos de resiliencia
destinados a la sobrevivencia del sistema
Frente al deterioro y la desorganizacion despliegan mecanismos compensatorios, funciones protectoras
Por ej relevos en la parentalidad, conexión con otros contextos (vecinos, instituciones), aceleración de la autonomía, generar recursos, explorar posibilidades

Orientaciones para la intervención terapéutica
Desde el abordaje sistemico constructivista se sostiene que las personas y familias hacen lo mejor que pueden frente a los desafíos, desde sus hábitos relacionales, sus creencias
Es importante ser respetuoso con las pautas transculturales y tener en cuenta el carácter adaptativo de ciertas conductas
Nuestra tarea consiste en favorecer nuevas formas de afrontamiento y expresión.
-Lograr un encuadre claro de acompañamiento, marcando las diferencias con otros servicios
-Definir objetivos concretos y significativos para el sistema
-No intervenir solo en las crisis, centrarse en los procesos que mantienen los problemas
-Redefinir desde el ciclo vital, resignificar el problema como relacional para ver el paciente identificado de modo distinto
-Promover autonomía, poder y control sobre la vida para cada participante
-Desarrollar capacidades latentes que aún no se han expresado
-Dar prioridad al entrenamiento de habilidades y conductas. Es más fácil empezar por conductas concretas, que por actitudes u opiniones
-La prevención infantil más efectiva es estimular los recursos de los adultos que conviven con los niños, desarrollar la dignidad y eficacia paterna, ayudarlos a poner límites
- Trabajar siempre con contextos más amplios, con otros profesionales para ampliar la mirada y evitar el desgaste

ESTAR
ESCUCHAR
ESPERAR
Todo proceso de cambio ocurre en una relación que lo hace posible

HISTORIAS QUE NOS HABITAN

>Construyendo Genogramas / Organigramas/ Diagramas de Círculos

Señala H Fernández Alvarez que el nacimiento supone ingresar a un mundo de determinaciones o mandatos que ponen límites a la experiencia condicionándola. Puede tratarse de condiciones biológicas ( genes, talla, características corporales o temperamentales), sociales ( cultura, nivel socioeconómico, época) o psicológicas. Estas forman “la novela familiar” o guión parental armado con los deseos, expectativas de los padres y de la cultura en que la familia está inserta. Si es varón, de padre deportista y argentino, por supuesto jugará al fútbol, si es nena se espera más que sea linda que si es varón, si es hijo de profesionales o si tiene un hermano discapacitado quizás tenga más presiones académicas, etc. No todos los guiones tienen el mismo grado de imperatividad de cumplimiento. Algunos son más flexibles, permitiendo desvíos que en otros sistemas serían conflictivos Ya en pleno crecimiento el niño irá satisfaciendo en mayor o menor medida esos mandatos, pero siempre estará influido por ellos. Es necesario que este guión se examine críticamente a lo largo de la vida, especialmente en el cierre de la adolescencia, para construir un guión personal que tendrá elementos del anterior, pero que será reelaborado desde una Identidad y Proyecto de Vida Personal

Cuando se construye una nueva familia cada integrante trae su equipaje de expectativas, historias, patrones de relación, reglas tacitas o explicitas de cómo comportarse, que es lo correcto, dado que así se aprendió o”así se hizo siempre” La siguiente generación puede desarrollar guiones replicativos, similares, o correctivos, intentando rectificar errores reales o imaginarios padecidos. Cuanto menos se examinan mayor es la fuerza de esos guiones entramados tan silenciosamente que los consideramos “lo natural”
Del mismo modo operan los Guiones Institucionales. Que en este Centro de Día nadie consulte al a Directora, o por el contrario que haya que solicitar permiso para iniciar la más trivial actividad puede sorprender al recién llegado de otra institución pero resultar “natural” para los que trabajan allí desde antes.

Y también las Creencias Culturales. Las actitudes percibidas en los otros significativos, la regularidad de ciertas interacciones, lo que se dice, lo que se silencia actúa como un espejo desde donde las personas construyen su mirada del mundo y de sí mismo, son los ingredientes básicos de su identidad Así las normas, creencias, valores, etc. por las que se que rige nuestra vida social crean un "ordenamiento interior" que no es de la naturaleza biológica sino el de la cultura. Las culturas son sistemas de significaciones; entendemos el mundo, lo construimos a través de los anteojos que prestan sus creencias.

EL GENOGRAMA
El genograma es la representación gráfica de una constelación familiar ( habitualmente tres generaciones) que por medio de símbolos permite recoger, registrar, relacionar y exponer, categorías de información del sistema familiar, en un momento determinado de su evolución y utilizarlo para la resolución de diversos problemas. Por Ej. descubrir patrones transgeneracionales de un síntoma (el dolor de cabeza recorre la historia fliar) explorar el valor del estudio y el trabajo en las ramas genealógicas, descubrir mitos acerca del éxito/fracaso, de cuestiones de genero, etc.
Un genograma muestra:
# una visión de la estructura familiar y sus interacciones a modo de fotografía.
# Las relaciones entre los miembros de una familia y la propia posición en ella
# El momento del ciclo vital familiar
# La trasmisión de creencias, mandatos, explicaciones
# Historias de crisis y modalidades de afrontamiento, seguir “el flujo del problema”

El simple proceso de construir un genograma con un paciente, o una familia es un ejercicio no solo de valor diagnostico sino también potencialmente terapéutico. Esto es así, porque uno de los propósitos de este trabajo es cuestionar la historia “oficial” de las narrativas contadas, y a veces descubrir una “historia secreta” que no apareció antes y que abre el juego para la aparición de nuevas versiones de la vieja historia.

Una nueva narrativa es posible cuando el pasado es comprendido, no como predeterminado (causa-efecto) sino incluyendo las condiciones para hacer que aparezcan posibles alternativas. Realizar un genograma puede resultar una interesante actividad para realizar en familia y estrechar lazos, conocer tradiciones y aprender de los mayores para trasmitir a las generaciones siguientes

ORGANIGRAMAS
Cotejar el Organigrama formal con un Organigrama informal puede ser una propuesta útil y enriquecedora para los integrantes de una institución. El Organigrama informal puede explorar el flujo del poder, las relaciones de colaboración-obstáculo, las creencias y mitos institucionales, etc.

Esta puesta en imágenes de los vínculos institucionales_lo afectivo, las lealtades, las relaciones de poder, los valores- es posible que permita conocer aspectos poco explicitados en la narrativa organizacional Y de ese modo revitalizar, generar historias alternativas, renovar el sentido de pertenencia. Narraciones que no excluyan condicionamientos sino que los muestren y resignifiquen, sin temor a que el cambio señale deslealtad o no pertenencia

Construyendo Genogramas/Organigramas

Algunas reglas:
# la construcción comienza por la posición del sujeto, arborizándose desde allí
#Objetivo claro: quienes deberían ir y quienes no, qué es lo que se busca, no extenderse demasiado, puede variar en detalle dependiendo del alcance y profundidad de la información disponible
# Representación: Varón: cuadrado- Mujer Circulo- Protagonista: Doble Circulo- Edad: dentro

Relaciones: con líneas, que pueden cortarse (divorcio), zigzaguear si hay conflictos, colorearse (Ej. rojo: afecto, verde: tensión) etc Los que conviven (o son personal permanente) pueden rodearse con un circulo lleno y las relaciones informales con puntos, lo mismo si comparten habitación, oficina, turno ( si fuera útil), etc
Puede resultar útil identificar las personas fallecidas con una +, indicando su edad al fallecer o el año, o agregar abortos espontáneos o provocados, adopciones, partidas abruptas, etc.
Según el objetivo buscado puede agregarse a cada persona sobrenombres, estudios, ocupación, dichos y actitudes características, etc.

# animar a los referentes a hablar sobre aspectos del objetivo buscado, explorar especialmente los que provoquen emoción, contradicciones, omisiones, etc. con el fin de establecer conexiones. Estimular a través de comentarios y preguntas el descubrimiento de la "trama de significados" y la posibilidad de revisarlos, transformarlos

LOS CIRCULOS VITALES

Esta técnica permite visualizar las relaciones interpersonales tal como son sentidas en el momento actual, aunque puede incluirse personas o aspectos pasados pero que pertenecen al "presente psicológico". Los círculos pueden:
*revelar un mapa de relaciones que no aparece en el genograma
*representar tensiones vitales actuales, en una perspectiva amplificada a lo interpersonal
*descubrir soluciones y cambios posibles, predecir consecuencias del cambio, a través de los propios comentarios o animado por las preguntas o conexiones del terapeuta

Realización: se dibuja un gran circulo diciendo que esa es la familia o la institución. Se solicita a la persona que por medio de círculos- más grandes o pequeños dependiendo de su importancia- se dibuje a sí mismo, a sus relaciones (vivas o no, actuales o no), que incluya otras áreas importantes como trabajo, intereses, mascotas, creencias, lo que sea
Una vez dada la consigna, es conveniente retirarse para que lo realice a solas en un lapso de tiempo breve (para preservar la espontaneidad, sin correcciones)
Interpretación: Se prioriza la interpretación que encuentra el propio autor, enriqueciéndola con comentarios pero sin forzar el sentido. Luego puede animarse a realizar nuevamente el trabajo a partir de "lo que me gustaría que sea mi realidad"